miércoles, 22 de diciembre de 2010

Deseo insatisfecho...

Hace un tiempo que no escribo nada (raro en mí, debo admitir), mi situación me lo lo ha impedido fortuitamente, y tal vez por eso todavía mis letras son algo temblorosas; aunque siendo sincera, ese no es el punto, así que trataré de ir al grano.
Mi vida los últimos años se ha tornado difícil, no estoy segura de quién o de qué es la culpa, pero cada día me doy más cuenta de que no es tan fácil como lo tenía imaginado. No sólo naces, vives y mueres, sino que debes afrontar diversas etapas, algunas grandes, otras no tanto, y algunas tan pequeñas que son imperceptibles, pero que de algún u otro modo te llevan a vivir y a crecer como una mejor o peor persona, según sea el caso; yo en el mío, he llegado a tomar ambas teorías como mías, ya les digo por qué:
El mundo en general me ha dado a entender toda la vida (no me haré la víctima) que soy una persona que vale mucho. Afortunadamente soy una persona de fácil agrado, y a la que le cuesta decir que ha odiado alguien de verdad, en toda su vida. Debo decir que el mundo no me ha tratado mal, todo lo contrario, me ha tratado como lo merezco, ¡lo justo! pero realmente nunca me he sentido completamente satisfecha, porque alguna vez leí, no recuerdo bien en donde, que el amor es un eterno deseo insatisfecho, y... Realmente, ¡lo es! siempre, Ramón, serás un eterno deseo insatisfecho...
    
                                                                                                                                Marie Conde.

                                                                  

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